lunes, 3 de mayo de 2010

Lesiones frecuentes en la columna lumbar

El bailarín profesional o amateur frecuentemente somete su columna vertebral a movimientos extremos de flexión, extensión, lateralización y rotación, también, a la carga repetitiva. Esta actividad predispone a sufrir dolores de columna y contractura de los músculos paravertebrales.

COMO FUNCIONA LA COLUMNA LUMBAR

La columna vertebral es una compleja región del cuerpo humano compuesta por vértebras, discos intervertebrales interpuestos entre ellas, ligamentos, tendones y músculos. Las vértebras son huesos con un cuerpo anterior que tiene una forma cilíndrica, y un anillo óseo posterior que forma el canal vertebral por donde transcurren la médula y los nervios (Figura 1). La médula termina en las primeras vértebras lumbares, inmediatamente por debajo de su unión con la columna torácica. Los nervios que se originan en la médula espinal, recorren un camino variable en el canal vertebral y salen de la columna a través de estrechos orificios laterales (agujeros de conjunción) que forman las vértebras contiguas (Figura 1). Estos agujeros estan en estrecha relación con los discos intervertebrales. La columna se divide en regiones (cervical, torácica, lumbar y sacra), cada una de ellas con peculiaridades anatómicas que las distinguen.
La particular estructura de la columna vertebral permite una adecuada protección de la médula espinal y de los nervios que nacen en ella, así como también el control de la postura y la marcha. Paralelamente posee un amplio rango de movimientos.

¿Por qué la columna lumbar?

Debido a numerosos factores, la columna lumbar es particularmente vulnerable a los traumatismos y las lesiones por uso excesivo: es sometida a grandes esfuerzos de carga, torsión, distracción, que se repiten durante la actividad física diaria que impone la danza. La columna lumbar es un segmento vertebral con gran movilidad, interpuesto entre dos segmentos más rígidos, lo que la hace más vulnerable a las lesiones. Por arriba, la columna torácica posee mucha menor movilidad y se encuentra estabilizada por las costillas y el esternón; por debajo, la columna sacra posee todas sus vértebras fusionadas y no tiene movilidad.

Es entonces allí, en la columna lumbar donde se producen hasta 50 grados de flexión y extensión en la población general (mas aun en el bailarín), y gran parte de la rotación y lateralización de la mitad inferior del tronco.

DOLOR LUMBAR

La probabilidad de tener dolor lumbar (lumbago) en algún momento durante la vida es cercana al 60%, probabilidad que aumenta significativamente en las personas que realizan cualquier tipo de actividad deportiva o danza. Numerosas estructuras pueden ser el origen del dolor lumbar en el bailarín. Asimismo, la contractura de los músculos paravertebrales que acompaña toda lumbalgia, genera aún más dolor lumbar y de esta forma se establece un círculo vicioso que potencia los síntomas.
El dolor lumbar puede estar causado por traumatismos agudos, crónicos y por numerosas enfermedades (degenerativas, infecciosas, tumorales y congénitas, entre otras). Sin embargo, los dolores lumbares producidos por traumatismos y por degeneración de los discos y articulaciones de la columna, son los más frecuentes en el bailarín. El dolor puede comenzar en forma espontánea o ser provocado por un traumatismo o mal movimiento. Puede estar localizado en la columna lumbar o irradiarse hacia los muslos o piernas. En ocasiones, el dolor puede exacerbarse con la tos, el estornudo, la posición de estar sentado, ser más intenso durante la noche o después de caminatas prolongadas. Todos estos y otros datos que formarán parte del interrogatorio médico, son la clave para el diagnóstico de la causa del dolor.
En la mayoría de los casos, el médico podrá tener una alta probabilidad de diagnóstico con un meticuloso interrogatorio, examen físico y radiografías simples de su columna.
En ocasiones, identificar la causa de dolor lumbar puede ser problemático. En esos casos, el medico podrá solicitar exámenes complementarios por imágenes como tomografía computada, centellografía o resonancia magnética. Estos modernos estudios son de un valor incalculable cuando son utilizados racionalmente, ya que existen condiciones patológicas en la columna como discos intervertebrales degenerados o hernias de disco que pueden no dar síntomas y, a pesar de estar presentes, no ser la causa principal de dolor.

La automedicación:

Debido a que los bailarines sufren frecuentemente dolor lumbar de los miembros inferiores y dada la exigencia y motivación personal del bailarín profesional, es frecuente que se consuman, sin asesoramiento médico, grandes dosis de analgésicos. Esta costumbre, arraigada en bailarines y deportistas profesionales, tiene potencialmente consecuencias. Si el analgésico es efectivo y elimina parcial o totalmente el dolor, la consulta a su médico puede retrasarse y con ello, el diagnóstico y el tratamiento final de su afección. A su vez, la automedicación indiscriminada, errática y no regulada, predispone a sufrir los efectos colaterales indeseables de los medicamentos.

En el caso de los analgésicos antiinflamatorios: gastritis, ulcera gastroduodenal, hemorragias e hipertensión arterial. Por otra parte, el uso indiscriminado de corticoides orales o inyectables predispone a la hipertensión arterial, trastornos hormonales, sobrepeso y necrosis de las articulaciones, especialmente de las caderas, problema incurable y de difícil solución.

Extraido de Danza en Español

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