lunes, 3 de mayo de 2010

Lesiones



La danza es una de las principales disciplinas con alto riesgo de lesiones. Atletas, deportistas y bailarines suelen sufrir problemas físicos similares. Las lesiones más comunes y sus causas.
La danza es un arte de alta demanda que requiere de bailarines que posean cualidades físicas y anatómicas únicas. Si se considera que un bailarín profesional inicia su carrera desde los 8 años y dedica, por lo menos, entre 6 y 10 horas diarias de actividad física intensa, existe, sin duda, una tendencia a sufrir, en algún momento de su vida, un daño o lesión en alguna parte del cuerpo. La tensión o presión repetitiva durante la actividad física que requiere la danza hace que una gran parte del cuerpo de un bailarín sufra las consecuencias que esto provoca.
Así pues la danza en todas y cada una de sus especialidades es una de las principales ocupaciones que tienen alto riesgo de lesiones semejantes a las ocurridas en atletas y deportistas profesionales, lo que obliga a investigar y analizar las técnicas de entrenamiento para el beneficio individual de estos profesionales. Sin embargo en la actualidad el interés en desarrollar nuevos y mejores métodos de entrenamiento para beneficio de los atletas tiene prioridad en comparación con el interés que existe sobre las técnicas y condiciones de trabajo de los bailarines.
Causas de las lesiones
Durante un entrenamiento es fundamental determinar la causa de la lesión, y la primera pregunta que debe hacerle un estudiante o bailarín profesional a su maestro o entrenador es ¿Cuál fue la falla en la técnica que origino la lesión?
La meta es la recuperación lo más pronto posible y es igualmente importante la prevención recurrente de esa lesión. Siempre hay que recordar que la causa o causas de lesión pueden no ser evidentes excepto ante una observación y examen meticuloso y detallado.
Un escaso porcentaje de lesiones son bien conocidas como lesiones relacionadas con la danza, y en realidad, no son lesiones propias de la danza como tal. Bajo este título pueden incluirse lesiones que se presentan durante la actividad pero se producen más por condiciones ambientales que por falla técnica y ocurren en ausencia de algún defecto de la técnica.
Pueden existir también las lesiones que no están relacionadas con la danza. Como el bailarín que es atropellado o se cae de las escaleras. El tratamiento obviamente sigue una línea estandarizada, pero durante la rehabilitación (que inicia desde etapas tempranas) debe considerarse que el bailarín requerirá de un alto nivel de actividad para retornar a sus actividades. En realidad el personal médico debe aplicar métodos de rehabilitación intensiva como a la población en general e incluir un programa de rehabilitación específico y riguroso para su integración al mundo de la danza.
Por fallas técnicas
Causas anatómicas
La mayoría de los bailarines no son anatómicamente perfectos como para bailar, por lo tanto, puede haber limitaciones físicas y restricciones que pueden impedir el desarrollo de una técnica perfecta. Ciertamente la causa anatómica más común y un problema potencial de lesiones es la limitación del "endehors" o "turn-out" (rotación externa de la cadera). Los estudiantes irán aprendiendo a hacer uso de todos sus aspectos y potencial físico pero nunca deberán llegar más allá de sus límites.
Falta de conocimiento técnico
Durante los años de estudiante, los bailarines jóvenes llegan a ser más propensos a lesionarse en su intento de lograr la técnica. Muchas lesiones aparecen durante esta etapa de sus carreras, aunque afortunadamente son usualmente menores y sus condiciones físicas son las ideales para un diagnóstico y tratamiento oportuno. Sin embargo si las condiciones físicas no son las ideales, una lesión puede permanecer durante largo tiempo o convertirse en crónica. Usualmente no se recibe la ayuda técnica necesaria para prevenir la lesión crónica o recurrente.
Mala enseñanza
Los maestros comúnmente fallan en apreciar las limitaciones anatómicas de los estudiantes. Por desconocimiento técnico pueden enseñar mal la técnica y ocasionar lesiones en sus alumnos. El sobregiro del pie (eversión) en relación con la cadera es probablemente la falla técnica más común al demandar un "turn-out" a 180 grados (rotación externa de cadera a 90 grados cada una) no logrado por las caderas. Otra de las causas suele ser el subir a las niñas a las zapatillas de punta a muy temprana edad antes de lograr la suficiente fuerza.
No aplicar la técnica de forma correcta.
Se incluye a los bailarines que están completamente entrenados técnicamente, pero que pueden sufrir de algún resbalón o caída durante la ejecución de un movimiento o bien por una inadecuada coreografía. Cuando el coreógrafo solicita movimientos que requieren de mucho esfuerzo durante una rutina o involucra áreas corporales y grupos musculares poco entrenados para ese movimiento, los bailarines se exponen a sufrir una lesión.

LAS TENDINITIS DE TOBILLO Y PIE
Las lesiones del pie y del tobillo son las más frecuentes en los bailarines profesionales o amateurs. En un estudio realizado en el Royal Swedish Opera House de Estocolmo, el 54% de las lesiones de los bailarines afectaban al tobillo y al pie. Debido a la naturaleza "repetitiva" de la danza, y particularmente del ballet, la inflamación de los tendones (tendinitis) del tobillo y del pie es extremadamente frecuente. Los tendones que más se lesionan son el flexor largo del dedo gordo (flexor hallucis longus), y el tendón de Aquiles.
El flexor largo del dedo gordo permite la flexión plantar del dedo gordo, su correcta función es fundamental para el despegue y para mantener la posición "sur le pointes". Debido a ello, las bailarinas de ballet, son las mas predispuestas a desarrollar tendinitis de este flexor. El tendón desciende por la pierna y al llegar al tobillo se "refleja" para insertarse luego en la base del dedo gordo. En el tobillo el tendón se encuentra envuelto por una "vaina fibrosa" y es allí donde se lesiona y produce dolor. Cuando la lesión se hace crónica por el uso excesivo provocado por el trabajo diario, es frecuente que el tendón se ensanche dentro de su "vaina" y que comience a "trabarse" cada vez que la bailarina flexiona el dedo gordo del pie. Su médico puede decidir estudiar su tendón con una ecografía que mostrará el ensanchamiento del tendón, así como también áreas de degeneración en el interior del tendón.
Si los síntomas son leves y se realiza un tratamiento precoz, es probable que la fisioterapia y la medicación anti-inflamatoria mejore sus síntomas. Si el ensanchamiento del tendón interfiere significativamente con la actividad de la bailarina porque el tendón se "traba" en el tobillo o por dolor, puede ser necesaria una cirugía. Esta intervención quirúrgica consiste en liberar el "túnel o vaina" que encarcela al tendón ensanchado en el tobillo.
El tendón de Aquiles es fundamental para el despegue del pie durante el salto y la marcha. En los bailarines, colabora para mantener la posición "demi pointes". Por ello, las tendinitis o inflamaciones del tendón de Aquiles son mas frecuentes en bailarines hombres. Es habitual que los bailarines con tendinitis del Aquiles tengan dolor sobre el tendón o en su inserción en el talón después de una función o una clase. El médico puede advertir que existe la lesión con un minucioso interrogatorio y examen físico, y solicitar una ecografía o resonancia magnética que demuestran, con precisión, la localización y extensión de la lesión en el tendón. Si la lesión se perpetúa y se hace crónica, puede debilitar al tendón progresivamente y favorecer su ruptura. La ruptura del tendón de Aquiles es una lesión frecuente en los bailarines hombres y requiere cirugía; ésta consiste en reparar y aproximar los dos extremos del tendón cortado. Los bailarines retornan a la actividad luego de un periodo de 6 a 12 meses después la cirugía, generalmente sin secuelas.

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